Aquí
mi nuevo artículo para Cinco8, “¿Puedes
rescatar a tu tía Berta de las teorías de la conspiración?”.
Gracias a Cinco8 por publicarlo y a varios que lo han comentado en
tuiter y por ahí.
Me
han dicho que el artículo es un poco pesimista, que parece decir que
en realidad es poco lo que se puede hacer con personas cercanas que
están metidas de lleno en el tema. El artículo transpira eso porque
en realidad soy
un poco pesimista sobre esto. He leído mucho sobre el tema y la
verdad es que las “recetas” que he visto viene sobre todo del
campo de la psicología actual de la cual soy muy crítico (tema para
otro día).
Aquí
reafirmo mi difícil conclusión: si de verdad quieres ayudar a
alguien cercano en esto, tiene que estar consciente de que vas a
tener que pasar con esa persona las mismas horas, si no más, que las
que la persona ha pasado “investigando” por Internet, en chats, y
quién sabe donde, todo el aparto teórico conspirativo, y esas horas
pueden ser muchas.
Enfrentar
a la persona directamente con argumentos como “eso no viene de una
fuente fidedigna” (como se recomienda por ahí), en verdad sirve de
poco, por lo menos al principio. Cualquier fuente en la que tu
confías, es cuestionable para esa otra persona: El NYT está
financiado por Soros, la BBC es de izquierda, los medios todos son
parte de la conspiración. Para esa persona nada
hay en los medios más o menos tradicionales que los hagan diferentes
a los “medios alternativos” que te citará. Cuando le muestres un
artículo de El País informando de que tal o cual afirmación es un
“fake news”, la respuesta inmediata será un cuestionamiento de
El País y de su papel en todo el rollo. Recuerda que no todo el
mundo está interesado en saber cosas, muchos quieren certezas,
quieren reafirmaciones de lo que ya saben ¿puedes culparlos en un
momento tan incierto como el actual?
Estoy
seguro de que varios que leen esto se han enfrentado a situaciones
como las que narré en mi artículo. Y es peor: si quieres desmontar
todos lo mitos que están saltando por chats y redes sociales,
pasaras toda tu vida útil investigando fuentes y escribiendo largas
argumentaciones. Hasta a mí, que evidentemente me interesa el tema,
me da flojera tener que estar leyendo las infantiladas de García
Banchs, o Erik del Bufalo, o Sosa Azpúrua, o cualquiera de esa
infame pandilla, para poder responder a los aún más infantiles que
las copipeistean en los chats (Por cierto el escrito inicial que cito
en el artículo de cinco8 es real, es un tuit de Sosa Azpúrua).
Cuando podría dedicar ese tiempo a leer a Max Weber, o a Graham
Greene, o a quién me de la gana.
En
cambio, personalmente creo que es mucho más útil enfrentar estas
cosas en un nivel más general. Pequeñas cosas ayudan: NO retuitees
o copies cosas de los personajes arriba mencionados, por
ejemplo, ni siquiera con coletillas irónicas o para demostrar lo
ridículo que son (esto es algo que yo mismo incumplo a veces
¡incluso aquí!). Enfrenta en los grupos sociales, pero NO te
enganches en una de dialéctica infinita, que puede que eso al final
funcione con algunos, pero te va a llevar horas de horas.
Si
necesitas ayuda, grita. En este blog, a la derecha, hay vínculos a
algunos artículos míos sobre el tema. Rara vez me dedico a
“desmontar” teorías de la conspiración, si en cambio trato de
entenderlas. Pero igual saber cómo
funcionan puede ayudar a enfrentar los usos políticos de las teorías
de la conspiración. Que por cierto es lo que me parece más
peligroso en estos tiempos...