PSUV deputy Pedro Carreño was one of the
first to claim that Leasmy Salazar had been paid by the CIA to defect to
the United States.
Several articles in
the pro-government portal Aporrea go a step further and argue that Salazar had
been infiltrated years ago by the CIA inside the inner security ring of
president Chávez. Some even claim that he may have had a hand in the death of
the president.
Juan Martorano is one
of the most interesting and consistent authors in Aporrea. An unapologetic
conspiracy theorist he has written many articles (19 according to his own
count) trying to prove that Chávez did no die of cancer, but was assassinated
by his enemies. His theory can be basically reduced to the belief that Chávez
was killed by “inoculating” him with cancer through chemical, bacteriological,
or radiological weapons.
However, in his latest piece Martorano complains
that he has always been aware that the weak point of his research rests in the
fact that all his hypothesis need an inside person to actually carry out the
assassination. Now he has connected the dots and proposes that Leamsy Salazar
is that missing link. The main evidence for this is, according to Martorano,
the fact that a twitter account @leamsysalazar, opened in October 2013, only
has a handful of followers, including Nelson Bocaranda, Leopoldo López, Maria Corina
Machado, and Rocío San Miguel.
Excerpts from
Martorano’s article:
Pero no
hay crimen sin victimarios, y dentro de mi investigación sobre las causas como
pudo haber fallecido Hugo Chávez, y que me han permitido sostener junto a otros
la posibilidad del magnicidio biológico del Comandante, no nos permitía avanzar
mucho, puesto que no teníamos ni siquiera alguien a quien por lo menos
investigar o sospechar. Pienso que, para la comisión de este hecho abominable,
tenía necesariamente que infiltrarse alguien en el entorno más cercano de Chávez…
Hoy
podemos señalar, sin que nos quede nada por dentro, luego de la desacertada
afirmación de la DEA sobre el caso de este ex escolta del Presidente Chávez
quien tenía más de cinco años trabajando para ellos; no queda la menor duda de
quienes son los responsables de este asesinato biológico al líder de la
Revolución Bolivariana, quedando al descubierto, al intentar tapar la infame
campaña de descalificación moral contra Diosdado Cabello, a una persona que
luego de tanto tiempo de hacer espionaje solamente pudieron atribuirle un par
de chismes sin coherencia ni fundamento.
Leamsy
Salazar se dice, fue jefe del primer anillo de seguridad de nuestro Comandante
Hugo Chávez, y al igual que Diosdado Cabello, no nos cabe la menor duda de que
él estuvo infiltrado al lado del comandante durante muchos años, y si no tiene
responsabilidad directa en su muerte, algo debe saber sobre las verdaderas
causas de la misma, y no ha dicho nada hasta ahora. Ahora, no sabemos si algo
dirá, puesto que estaría siendo protegido por los presuntos autores
intelectuales de ese horrendo crimen.
Another Aporrea
columnist, Oscar Jiménez, also
believes that Salazar “was the hand that poured the poison” that killed
Chávez. He finishes his article asking for a reform of the Constitution to
allow for the death penalty to punish crimes as the one supposedly committed by
Salazar:
Para
asesinar a una figura pública importante sin causar revuelo necesario es
infiltrar elementos en su entorno intimo; hace falta comprar y corromper al que
tiene acceso al vaso de agua, a la aspirina, a la cama, a la ropa, a todo; para
asesinar a alguien de manera solapada hace falta un cómplice muy cercano al
objetivo.
Hace falta la mano cercana que pueda verter el veneno, que pueda dar la pastilla necesaria, que pueda colocar en la cama el elemento necesario para ocasionar la muerte.
El comandante Chávez dejó abierta la posibilidad de que a él le hubiesen inoculado algo que le causo esa terrible enfermedad que lo llevó a la tumba y que misteriosamente alcanzó a algunos presidentes que estuvieron a su alrededor en aquella fatídica cumbre de Trinidad y Tobago.
“Esto es muy, muy, muy extraño, que nos haya dado cáncer al presidente (de Paragay), Fernando Lugo, a Dilma (Rousseff, presidenta de Brasil) cuando era candidata, después vengo yo y pum entrando en año electoral, a los pocos días Lula, y ahora Cristina” "¿Sería extraño que hubieran desarrollado una tecnología para inducir el cáncer y nadie lo sepa hasta ahora y se descubra esto dentro de 50 años o no sé cuántos?"
¿Nos tendremos que preguntar dónde estaba Leamsy Salazar en aquella época? ¿Qué tan cerca estaba, el ahora reconocido empleado de la CIA, del comandante supremo?
La fiscalía de la República Bolivariana de Venezuela debe actuar hasta donde tenga capacidad y más allá para que ese traidor a la patria venga a dar declaraciones, que nos acercaran a lo que le sucedió al gigante de América, al libertador del siglo 21, al comandante Hugo Chávez.
Venezuela no contempla la pena de muerte para delito alguno, pero si este, mal nacido colaboró en el evento que acabó con la vida del comandante Chávez, necesaria será una reforma de las leyes.
O quizás lo mas apropiado sea lo que sugiere el poeta en mi venganza personal y lo hagamos ir de rodillas ante al altar de la patria per secula seculorum, mientras ve como sus hijos disfrutan de la Venezuela Bonita que el quiso ayudar a destruir.
Hace falta la mano cercana que pueda verter el veneno, que pueda dar la pastilla necesaria, que pueda colocar en la cama el elemento necesario para ocasionar la muerte.
El comandante Chávez dejó abierta la posibilidad de que a él le hubiesen inoculado algo que le causo esa terrible enfermedad que lo llevó a la tumba y que misteriosamente alcanzó a algunos presidentes que estuvieron a su alrededor en aquella fatídica cumbre de Trinidad y Tobago.
“Esto es muy, muy, muy extraño, que nos haya dado cáncer al presidente (de Paragay), Fernando Lugo, a Dilma (Rousseff, presidenta de Brasil) cuando era candidata, después vengo yo y pum entrando en año electoral, a los pocos días Lula, y ahora Cristina” "¿Sería extraño que hubieran desarrollado una tecnología para inducir el cáncer y nadie lo sepa hasta ahora y se descubra esto dentro de 50 años o no sé cuántos?"
¿Nos tendremos que preguntar dónde estaba Leamsy Salazar en aquella época? ¿Qué tan cerca estaba, el ahora reconocido empleado de la CIA, del comandante supremo?
La fiscalía de la República Bolivariana de Venezuela debe actuar hasta donde tenga capacidad y más allá para que ese traidor a la patria venga a dar declaraciones, que nos acercaran a lo que le sucedió al gigante de América, al libertador del siglo 21, al comandante Hugo Chávez.
Venezuela no contempla la pena de muerte para delito alguno, pero si este, mal nacido colaboró en el evento que acabó con la vida del comandante Chávez, necesaria será una reforma de las leyes.
O quizás lo mas apropiado sea lo que sugiere el poeta en mi venganza personal y lo hagamos ir de rodillas ante al altar de la patria per secula seculorum, mientras ve como sus hijos disfrutan de la Venezuela Bonita que el quiso ayudar a destruir.
In his piece for
Aporrea, Pedro Marillán Sánchez, calls for a “Giant Movement of the People” in
response to the mounting evidence against Salazar and his allies (Imperialism
and its lackeys). He thinks the time has come to “darles en la madre” to the enemies of the people:
Dicen
que la verdad tarda, pero un día llega y de acuerdo a los últimos
acontecimientos que estamos observando desde adentro y fuera de Venezuela,
pareciera que nos acercamos a los actores materiales del Asesinato a Nuestro
Comandante Eterno, diseñado por el imperialismo yankee, las piezas de este
hecho abominable en contra del Líder Universal por la Justicia y el Socialismo,
comienza a hilvanarse, los twiters desde hace algún tiempo hasta los recientes
de Leamsy Salazar, lo vinculan seriamente.
Creo
sin lugar a dudas que ha llegado LA HORA SEÑALADA para actuar y responder con
un movimiento Gigante de Pueblo, al imperialismo y sus lacayos, es la
oportunidad de Oro, para salirle al paso a quienes pretenden desestabilizarnos,
Presidente MADURO, es la hora del GOLPE DE TIMÓN, Salvar a la Revolución es
nuestro deber, pero Usted Presidente tiene el mando, el Pueblo solo espera la
orden, YA BASTA YA de Guabineos, a la sedición golpista, con todos sus
apellidos debemos darle en la Madre, no hay más tiempo que perder, Mañana es
Tarde.
In her Aporrea piece (originally
published by RT), Eva Golinger, author of “The Chavez Code”, does not go so
far as to claim that Salazar was the agent behind Chávez supposed magnicidio, but she does suggest that he
was an infiltrated agent. Her evidence is mostly historical associations with
what she says is a “painful and shocking tradition” of infiltrating agents by,
in this case, the FBI. She also thinks that it is not by chance that the
Salazar case has been exposed to coincide with an international “media campaign”
against the government:
‘The New York Times’ tiene una
historia vergonzosa cuando se trata de Venezuela. El Consejo Editorial aplaudió
felizmente el violento golpe de Estado en abril de 2002 que derrocó al
presidente Chávez y resultó en la muerte de más de 100 personas. Cuando Chávez
regresó al poder dos días después, gracias a sus millones de seguidores y las
Fuerzas Armadas leales, el ‘Times’ no se retractó por su error anterior, sino
que con arrogancia imploró a Chávez a "gobernar responsablemente",
alegando que él era el responsable por el golpe. Pero el hecho de que el
‘Times’ ha comenzado una persistente campaña directa contra el actual Gobierno
de Venezuela, con artículos distorsionados y claramente agresivos -editoriales,
blogs, opinión y noticias- indica que Washington ha colocado a Venezuela en la
vía rápida del "cambio de régimen".
El
momento de la llegada de Leamsy Salazar en Washington como un presunto colaborador
de la DEA, y su exposición pública, no es casual. Este mes de febrero se cumple
un año desde que las protestas antigubernamentales violentamente trataron de
forzar la renuncia del presidente Maduro, y grupos de la oposición están
actualmente tratando de ganar impulso para volver a encender las
manifestaciones. Los líderes de las protestas, Leopoldo López y María Corina
Machado, han sido elogiados por el ‘The New York Times’ como "luchadores
por la libertad", "verdaderos demócratas", y el ‘Times’ se refirió
recientemente a Machado como "una inspiración". Incluso el presidente
Obama pidió la liberación de López (fue detenido y está siendo juzgado por su
papel en los levantamientos violentos) durante un discurso el pasado septiembre
en un evento en las Naciones Unidas. Estas voces influyentes deliberadamente
omiten la participación de López y Machado en actos violentos, antidemocráticos
e incluso criminales. Ambos participaron en el golpe de 2002 contra Chávez.
Ambos han recibido ilegalmente fondos extranjeros para actividades políticas
para derrocar a su Gobierno, y ambos lideraron las protestas mortales contra
Maduro el año pasado, pidiendo públicamente su derrocamiento por vías ilegales.
La
utilización de una figura como Salazar, que era conocido como alguien cercano a
Chávez y uno de sus leales guardias, como una fuerza para desacreditar y atacar
al Gobierno y sus líderes es una táctica de inteligencia de escuela vieja, y
muy eficaz. Infiltrar, reclutar, y neutralizar al adversario desde dentro o a
través de uno de los suyos -una dolorosa, chocante traición, que crea
desconfianza y miedo entre las filas-. Aunque no ha surgido evidencia para
respaldar las acusaciones escandalosas de Salazar contra Diosdado Cabello, el
titular en los medios sirve para hacer una historia sensacional y crea otra
mancha contra Venezuela en la opinión pública. También causa un gran revuelo
entre los militares venezolanos y puede dar lugar a nuevas traiciones de
oficiales que podrían apoyar un golpe de Estado contra el Gobierno. Las
acusaciones infundadas de Salazar también apuntan a neutralizar una de las más
poderosas figuras políticas del chavismo, y tratan de crear divisiones
internas, intriga y desconfianza.
Las
tácticas más eficaces que el FBI usó contra el Partido de las Panteras Negras y
otros movimientos radicales que luchaban por cambios profundos en Estados
Unidos, fueron la infiltración, la coerción y la guerra psicológica. Infiltrar
agentes en esas organizaciones, o captarlas desde adentro, que luego fueron
capaces de obtener acceso y confianza a los más altos niveles, ayudó a destruir
esos movimientos desde adentro, desglosándolos psicológicamente y
neutralizándolos políticamente. Estas tácticas y estrategias encubiertas fueron
exhaustivamente documentadas y evidenciadas en documentos del Gobierno
estadounidense obtenidos a través de la Ley de Acceso a la Información (FOIA) y
publicados en el excelente libro de Ward Churchill y Jim Vander Wall ‘Agentes
de Represión: las guerras secretas del FBI contra las Panteras Negras y el
Movimiento indio Americano’ (South End Press, 1990).
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